Muiños
Pronto llegó la luz a Muíños, pese a su ubicación rayana. Llegó la luz, no sin provocar también efectos negativos, al ocupar gran extensión de tierras de labor y prados de buenos pastos en los que a sus anchas campaban las vacas “piscas”, en espíritu “mixto” con las “barrosás” del otro lado de la sierra.
No puede el viajero acercarse a este municipio sin tener presente tal circunstancia porque lo que se transformó en sombra y luz cuando instalaron las presas de As Conchas y Salas, hoy en día se ha convertido en un recurso turístico de primera magnitud en el marco conjunto de este destino.
Invitamos, con ello al viajero, a que busque algún momento para conocer -si es que no lo conoce ya- el complejo náutico y de ocio de O Corgo, sobre las aguas del embalse de As Conchas, en donde podrá comprobar el compromiso colectivo de un pueblo con su proyecto. Y una vez acostumbrado a sus aguas, entonces calzarse adecuadamente y caminar, que la ladera es ancha y sorprendente, ya sea hacia el norte o hacia el sur, y nos podrá asaltar en el camino con estampas inacabadas como la del santuario de Os Milagres de Couso, con enigmáticas “casiñas de mouras” que llevan milenios saludando la salida y la puesta del sol desde el altiplano, vistosos santuarios como A Clamadoira, e incluso pueblos abandonados, recuperados y vueltos a abandonaar, como Salgueiros, donde la cabra montesa tuvo su nuevo hogar cuando regresó, un siglo después, y ahora hizo colonia propia sobre las vertiginosas rocas de Fontefría.