Lobios
Imaginamos al caminante sentado frente al mapa de recursos del Parque Natural del Xurés, en su sede administrativa, preguntándose: ¿Qué hago? ¡Hay tanto camino para recorrer…!
Y la expresión es literal, puesto que si algún camino se debe recorrer al estar en Lobios, este es el tramo reconstruido de la Vía Nova, la última gran construcción viaria romana de nuestra geografía, muy cerca de donde hoy la península cambia de nombre y de hábitat, como es la Portela d`Home. Y no tanto por su espectacularidad, sino para ser conscientes de como la base organizativa de nuestras comunicaciones se asienta todavía hoy en aquella avanzada ingeniería de la que hacían gala los romanos en el siglo I d.C.
Ahora bien, si lo que busca el viajero es espectacularidad, sin duda tiene otros itinerarios: Las Minas de As Sombras, la Corga del río Fecha, los Bolos de A Cela, los altos bancales de Prencibe, San Paio o Guende, en tierras de Araújo, la subida a Nosa Señora do Xurés o A Magdalena y la Pedra Furada, tan escondida ella que para poder contemplarla debe el viajero adentrarse antes en tierras portuguesas.
Pero también el enigma de la casa encantada de A Escusalla, situada en tierras de Aceredo y Compostela… Muchas son, pues, las razones por las que el viajero debe hacer parada y fonda en una localidad que ha sabido reinventarse y, a partir de su mansión viaria romana, transformar su riqueza termal el bastión hostelero sobre el que asentar su futuro -nuestro futuro- turístico.