Fortaleza de Sande
Ubicada sobre el río Arnoia, donde dispone de unas espléndidas vistas de los cañones que forma este río, constituía la sede de una jurisdicción que abarcaba varias parroquias de la zona. Fue donada al monasterio de Celanova por Alfonso VII, apodado El Emperador, en 1141.
Se trata de una fortaleza medieval que fue especialmente concebida para la vigilancia y defensa de las tierras de su jurisdicción, constituyendo uno de los principales vestigios de arquitectura militar existentes en la comarca, lo que certifica la importancia de esta en la Edad Media, durante las luchas entre España y Portugal.
En la actualidad, se mantiene en pie una torre rectangular, declarada de Interés Turístico Nacional en 1949. Posiblemente se trate de una construcción de estilo Gótico tardío, del s. XIV, por lo que se puede deducir de su almohadillado y del arco de medio punto de la puerta, en la que lleva decoradas las armas y el escudo del apellido Sande.
Sobre su parte cultural cabe decir que la torre de Sande, cuyo origen fue la fortaleza medieval que perteneció al monasterio, está emplazada en un montículo, desde lo que se divisa una amplia panorámica que comprende ya la tierra del Ribeiro, con los valles del Miño y Arnoia.