Ramirás
El viajero desconocerá de dónde proviene el nombre de Ramirás. Sin embargo, poco tendrá que adentrarse en este municipio para darse cuenta de que, orográficamente, Ramirás es sinónimo de valle. Un valle de suaves lomas que riega, camino del horizonte y el mar, el río Arnoia.
Un valle que tiene su atalaya preferente en las alturas de la sierra de Silvaoscura, con dos miradores predominantes en su ladera: los de San Paio dos Pitos y San Adrián, desde los cuales el viajero podrá contemplar de un solo vistazo el curso del río y más allá, pongamos por caso el coto Novelle, el coto de Trelle o Castromao, todos ellos vestigios de culturas ancestrales.
Cuenta, además, Ramirás, con alguna que otra leyenda que ayuda a aumentar su atractivo. La primera y más importante tiene que ver con la fundación de su «monasterio», que hoy nos regala en sobriedad el otro ejemplo de románico conservado en la comarca y que en su día fue residencia de la antigua abadesa de Santa Comba de Bande, la monja Onega, coprotagonista de una historia «que primero fue lícita, en el medio deshonesta y al final escandalosa» con su amante Odoyno, y que bien podría haber sido la trama de una película.
Y por contar, cuenta incluso con la Virgen de Guadalupe, en el rincón de Abeledo, al pie del río Arnoia. Así como con lo que queda de «A levada» en Paizás, un ejemplo de conducción acuífera, obra de los monjes de Celanova, que da fe de la riqueza agrícola del valle.
Ramirás es un municipio perteneciente a la comarca Terra de Celanova, en la provincia de Ourense.
El patrimonio histórico-monumental de Ramirás reúne, por áreas geográficas cercanas, las joyas de la arquitectura civil y religiosa, y los museos que el visitante puede contemplar en su paso por el municipio. La oferta natural también es de gran importancia, con lugares de interés, como la zona de Pontenova, entre otros.