Padrenda
Aunque no lo pronunciemos mucho, es evidente que a lo largo de este destino, la mitad de sus municipios comienzan y terminan en comunión con municipios vecinos de ese no menos cercano Portugal.
Pues bien, Padrenda es el primero de todos, porque, con el Miño aún como agente geográfico, en sus tierras «notarias» es donde comienzan a contarse las mouteiras de la Raia Seca. Puntos referenciales, estos, que guardan en el silencio eterno de la sierra del Leboreiro tantas y tantas historias de supervivencia ligadas a la emigración y al contrabando, a las guerras fronterizas, primero, y a las civiles, después.
En correspondencia con esto, y en términos turísticos, el viajero podría considerar Padrenda un todo en su conjunto, pues desde dar un paseo en catamarán por el padre de los ríos, hasta ser testigo de la berrea otoñal de los ciervos en los montes de Leboreirón, todo es espectáculo y, a veces, vértigo, en las laderas de una sierra que genera en sus altiplanos generosas fuentes y manantiales que alimentan de agua sus laderas, creando hermosísimos rincones naturales en cursos fluviales pequeños pero abundantes, como los ríos Barxas o Gorgua.
No debería dejar Padrenda, el viajero, sin buscar alguno de sus muchos miradores, como los de Lodairo y A Quinta, donde hace muchos años tuvo su hogar el oso pardo.
El municipio de Padrenda está situado en el Noroeste de la provincia de Ourense, dentro de la Comunidad Autónoma de Galicia.
Con una superficie de 57 km², pertenece a la comarca «Terra de Celanova». Por sus tierras pasa el «Camiño Xacobeo Miñoto Ribeiro», tiene una vegetación abundante, buenos ríos reconocidos para la pesca, siendo uno de ellos Reserva Fluvial Internacional de la Comunidad Europea (Barjas/Troncoso), extraordinarios itinerarios de senderismo y grandes desniveles geográficos.