Capilla de San Miguel
Del conjunto monástico fundado por San Rosendo, el único resto arquitectónico que permaneció en el tiempo es el oratorio de San Miguel, finalizado en el año 942 en memoria de su hermano Fraila, como indica la inscripción ubicada sobre la puerta de entrada, que no es sino una plegaria a Cristo, de ” Fraila pecador e indigno siervo de Dios”.
La capilla, construida con perfectos silares de granito, mide 8,5 m. de largo por 6 m. de alto; ocupando una planta de 22 m². Tanto exterior como interiormente se distinguen tres volúmenes o cuerpos. Tanto por sus dimensiones como por la singular configuración arquitectónica que la identifica, constituye un ejemplar único en la Península Ibérica y un modelo que resulta indispensable conocer para poder entender los tiempos de repoblación cristiana, ya no solamente en Galicia, sino en todo el norte de la Península.