Miliarios de Riocaldo
Integran esta área de recreo una serie de hitos viarios pertenecientes a la denominada Vía Nova o Vía XVIII , calzada que unía las ciudades de Braccana Augusta y Asturica Augusta.
Se trata de hitos construidos en la época de los romanos, situados en la frontera con Portugal, que servían para señalar las distancias a lo largo de la Vía XVIII. Piedras cilíndricas que sirven para marcar las distancias (en cada milla había un miliario), y muchos de ellos tienen inscripciones en las que se rendía culto a las divinidades y a las autoridades. El estudio de estas inscripciones permite comprender el grado de simbiosis entre las divinidades locales y las romanas. La existencia de numerosos miliarios en esta zona da lugar a discusión entre numerosos arqueólogos. Mientras que unos consideran que se debe a que en las proximidades existía un taller en el que se elaboraban, otros achacan su existencia al hecho de que al tratarse de una zona no muy habitada no hubo la necesidad de reutilizarlos en obras posteriores.